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Porque mi gato me tiene miedo

13 diciembre, 2022

Mi gato siempre tiene miedo

Amy Shojai, CABC, es una experta en comportamiento animal y escritora galardonada con más de 25 años de experiencia práctica en el adiestramiento y cuidado de perros y gatos. Ha escrito 27 libros sobre el cuidado de los animales, ha sido nombrada Escritora del Año de CWA Friskies y ha aparecido en Animal Planet como experta en mascotas.

Trabajar con gatos temerosos puede ser un reto porque la gente suele confundir su comportamiento con la agresividad. ¿Su gato sisea a los extraños? ¿Se mete debajo de la cama cuando suena el timbre? ¿Ataca a otras mascotas o a los humanos? Mientras que una dosis normal de precaución mantiene a los gatos fuera de peligro, el miedo extremo hace que los gatos se sientan miserables y perturba un hogar feliz. Afortunadamente, hay cosas que puede hacer para calmar los miedos de su gato, aunque le llevará tiempo y paciencia.

Los gatos son observadores y muy cautelosos por naturaleza. Se toman su tiempo para conocer todo y a todos antes de sentirse lo suficientemente cómodos para explorar y socializar. En el caso de los gatos tímidos o temerosos, lo mejor es dejar que lo resuelvan por sí solos, pero hay formas de estimularlos.

¿Mi gato me quiere?

En primer lugar, hay que diferenciar entre un gato que tiene miedo y otro que muestra algún otro patrón de comportamiento. Una vez que determinemos que es el primero, debemos considerar el nivel de miedo que está experimentando el gato. Cuando la intensidad del miedo de un gato es baja, el gato mostrará ciertos comportamientos como bajar la postura o la midriasis (dilatación de la pupila). A medida que el nivel de miedo aumenta, el gato aplanará lateralmente sus orejas, mostrará piloerección (erizamiento del pelo) o vocalizaciones como gruñidos o siseos. Si la intensidad del miedo es elevada, el gato adoptará una postura lateral-ventral (es decir, se tumbará de lado y expondrá su vientre), mientras enseña los dientes y/o las garras. Aunque los gatos prefieren evitar la confrontación, es probable que ataquen en este estado si sienten que no tienen la capacidad de escapar.Durante el estado de miedo, sus niveles de adrenalina y cortisol aumentan. Este último es la hormona del estrés, por lo que un gato asustado es un gato estresado. Si el estado de miedo persiste, el gato desarrollará un estrés y una ansiedad crónicos que son muy perjudiciales para su salud física y mental.

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Mi gato huye de mí

Según Jessa Paschke, especialista en comportamiento de mascotas de Mars Petcare, un gato que se esconde no es un gato feliz: “Si tu gato siempre se esconde, puede significar que no se siente cómodo en su entorno”, dijo Paschke.A veces un gato se esconde si no está familiarizado con un espacio o es nuevo en la familia, pero Paschke dijo que si ese es el caso, recomienda proporcionarle su propio espacio personal para que pueda respirar y adaptarse. Pero si ya llevan un tiempo en la casa, quizá sea conveniente acudir a la consulta del veterinario: Paschke señaló que esconderse podría ser un signo de un problema de salud subyacente.

Todos los expertos coincidieron en que un signo claro de resentimiento por parte de su gato es morder. Aunque Nagelschneider afirmó que morder es un comportamiento normal para los gatitos, declaró que los gatos adultos nunca deberían morder, especialmente cuando se les acerca para intentar acariciarlos. Si lo hacen, no están muy contentos.

Todos los expertos coincidieron en que si su gato le sisea, está definitivamente molesto, y que si un gato adulto sisea, es una señal inequívoca de que no está contento y puede sentirse amenazado. Pero Nagelschneider señaló que los siseos, los gruñidos y los manotazos son comportamientos normales en los gatitos mientras intentan desarrollarse.

Gato nervioso

Los gatos pueden tener miedo a los extraños o a las visitas por varias razones. Una razón común es la falta de experiencia con los visitantes cuando eran gatitos. Si los gatos no fueron presentados a diferentes personas durante su período de socialización (de tres a nueve semanas de edad), pueden ser más aprensivos con los extraños cuando son adultos. Además, la llegada de visitantes suele ir acompañada de otras cosas que les asustan, como golpes, movimiento de grandes paquetes o maletas, conversaciones y risas fuertes. Al igual que las personas, algunos gatos simplemente poseen personalidades o temperamentos más tímidos o menos sociales. Los estudios han demostrado que los gatitos nacidos de padres temerosos suelen serlo ellos mismos.

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Para empezar, deberá proporcionar a su gato una zona segura a la que acudir antes de que lleguen los extraños. La zona segura debería ser un lugar alejado, como una habitación trasera, donde el sonido de los golpes o del timbre esté amortiguado. En la zona segura, su gato no tiene que interactuar con los invitados y, por consiguiente, puede sentirse tranquilo y relajado allí. Antes de que lleguen los invitados, la habitación debe estar preparada con un lugar de descanso cómodo, agua y una caja de arena, dependiendo de la duración de su estancia.