Tratamiento del golpe de calor para gatos
El verano es para el sol y la diversión, pero no está exento de peligros. Aunque el calor puede sentar muy bien en la piel, también puede provocar un golpe de calor, una afección común y peligrosa para perros y gatos, así como para las personas.
La temperatura normal de un perro o un gato es de unos 38,61 °C. El golpe de calor se produce cuando la temperatura central de tu mascota sube a 40,56 °C o más. Las mascotas, especialmente los gatos, tienen fama de ocultar su malestar. No tienen los medios, la motivación o la capacidad de quejarse como las personas. Así que es nuestra responsabilidad estar atentos a ellos y a las señales de su malestar.
Los perros y los gatos son especialmente vulnerables a los golpes de calor porque sus cuerpos peludos no pueden sudar para disipar el calor. En su lugar, jadean o respiran rápidamente para enfriarse. Cuando no pueden refrescarse eficazmente, su temperatura central aumenta rápidamente. Esto puede provocar complicaciones graves y a veces mortales, como convulsiones, fallos orgánicos y problemas de coagulación.
Cualquier animal del que se sospeche que tiene un golpe de calor está sufriendo una emergencia médica y debe recibir tratamiento veterinario inmediato. Si no se trata rápidamente, el golpe de calor puede provocar la pérdida de conciencia y la muerte, por lo que es importante estar atento a los síntomas:
Signos de insolación en los gatos
Tener una mascota es una de las grandes alegrías de la vida, pero también supone una gran responsabilidad. Estas pequeñas criaturas dependen de ti para alimentarse, refugiarse y cuidarse. Una cosa es ofrecerles palmaditas y mimos, pero para expresar realmente el amor por tus mascotas debes estar siempre al tanto de los problemas de salud que pueden afectarles.
Con la subida de las temperaturas, un problema común que todos los dueños de mascotas que se preocupan por ellas deben conocer es el golpe de calor (también conocido como estrés térmico). Con el calor de los meses de verano, aumenta el número de perros y gatos que visitan el veterinario debido a esta afección. Desgraciadamente, muchos propietarios de animales de compañía ni siquiera se dan cuenta de que sus perros y gatos pueden recalentarse cuando hace calor, y es posible que sólo busquen tratamiento en el último momento.
Los gatos y los perros no pueden responder al calor de la misma manera que los humanos. Tenemos glándulas sudoríparas por todo el cuerpo que nos ayudan a regular la temperatura, pero los perros y los gatos sólo tienen algunas en las patas y alrededor de la nariz. Muchos animales dependen del jadeo y de la refrigeración externa para perder calor. Su largo y espeso pelaje también puede predisponerles a sufrir un golpe de calor.
Recuperación del golpe de calor del gato
No hay medicamentos específicos para el golpe de calor, y el tratamiento depende de la presentación clínica. A veces es necesaria la sedación, aunque debe evitarse la acepromazina si la mascota es epiléptica (puede desencadenar una convulsión) o utilizarse con precaución si el animal está en estado de shock (puede desencadenar una crisis hipotensiva debido a los efectos vasodilatadores). Los siguientes fármacos pueden ser útiles en el tratamiento de apoyo de las complicaciones asociadas al golpe de calor:
Edema cerebral: Manitol (1 g/kg IV durante 15 a 30 minutos); furosemida (1 mg/kg IV) 30 minutos después de la infusión de manitol; corticosteroides como fosfato sódico de dexametasona (1 a 2 mg/kg IV), succinato sódico de prednisona (10 a 20 mg/kg IV) o metil prednisolona (15 mg/kg IV). Arritmias ventriculares: Bolo de lidocaína (2 mg/kg IV) seguido de infusión IV a ritmo continuo (25 a 75 mcg/kg/minuto) o procainamida (6 a 8 mg/kg IV).
Acidosis metabólica: (pH sanguíneo < 7. 1) Bicarbonato sódico (0,3 x PC(kg) x déficit de bicarbonato IV; dosis S2 como bolo IV; volver a comprobar la gasometría y administrar la dosis restante durante 12 horas como infusión constante si es necesario).
Tratamiento del golpe de calor en perros en casa
Tener una mascota es una de las grandes alegrías de la vida, pero también supone una gran responsabilidad. Estas pequeñas criaturas dependen de usted para alimentarse, refugiarse y cuidarse. Una cosa es ofrecer palmaditas y mimos, pero para expresar realmente el amor por tus mascotas debes estar siempre al tanto de los problemas de salud que pueden afectarles.
Con la subida de las temperaturas, un problema común que todos los dueños de mascotas que se preocupan por ellas deben conocer es el golpe de calor (también conocido como estrés térmico). Con el calor de los meses de verano, aumenta el número de perros y gatos que visitan el veterinario debido a esta afección. Desgraciadamente, muchos propietarios de animales de compañía ni siquiera se dan cuenta de que sus perros y gatos pueden recalentarse cuando hace calor, y es posible que sólo busquen tratamiento en el último momento.
Los gatos y los perros no pueden responder al calor de la misma manera que los humanos. Tenemos glándulas sudoríparas por todo el cuerpo que nos ayudan a regular la temperatura, pero los perros y los gatos sólo tienen algunas en las patas y alrededor de la nariz. Muchos animales dependen del jadeo y de la refrigeración externa para perder calor. Su largo y espeso pelaje también puede predisponerles a sufrir un golpe de calor.