
Qué odian los gatos
Cualquier condición médica que interfiera con el comportamiento normal de micción o defecación de un gato puede causar problemas en la caja de arena. La inflamación del tracto urinario, por ejemplo, puede hacer que orinar sea doloroso y aumentar la frecuencia y la urgencia de la micción. Estas experiencias pueden hacer que un gato orine o defeque fuera de la caja de arena, sobre todo si asocia la caja de arena con el dolor. Las enfermedades renales y tiroideas, así como la diabetes mellitus, también son posibles culpables de que el gato no utilice la caja de arena, ya que suelen hacer que beba más y orine con más frecuencia. Del mismo modo, los problemas del tracto digestivo pueden hacer que a un gato le duela defecar, que aumente la frecuencia o la urgencia y que disminuya el control de la defecación. Por último, las enfermedades relacionadas con la edad que interfieren en la movilidad del gato o en sus funciones cognitivas pueden influir en su capacidad para llegar a la caja de arena a tiempo.
Un gato con aversión a su caja de arena suele eliminar en diversas superficies. Puede encontrar charcos de orina o heces en superficies blandas como alfombras, camas o ropa, o en superficies duras como suelos de baldosas o bañeras. Dependiendo de las ganas que tenga su gato de evitar la caja de arena, es posible que siga utilizándola, pero sólo de forma inconsistente.
Scruffing
Reconocer los primeros signos de dolor en su gato es un paso esencial para garantizar su salud y felicidad a largo plazo. Por desgracia, los felinos son expertos a la hora de ocultar su malestar. Aunque suelen mostrar signos externos cuando experimentan un dolor agudo e intenso, no es tan fácil detectar cuando un gato sufre un dolor o malestar a largo plazo. Como veterinarios, nos hemos convertido en expertos en reconocer algunos de los signos más sutiles de dolor en los gatos, pero también nos aseguramos de recordar a los propietarios de gatos que son ellos quienes mejor conocen a sus mascotas. Afortunadamente, tenemos acceso a equipos de diagnóstico avanzados que nos proporcionan una imagen clara de lo que le ocurre a su mascota.
La buena noticia es que usted también puede aprender a reconocer los signos de dolor en los gatos. Y al hacerlo, puede comprender mejor las necesidades de su gato. Hemos reunido algunos de los síntomas más comunes de dolor en los gatos y los compartimos a continuación, pero recuerde que cualquier cambio repentino en los hábitos y rutinas de su gato justifica una visita a su veterinario.
Mi casa, no mi gato
Jenna Stregowski es una técnica veterinaria titulada, directora de hospital y escritora con más de 20 años de experiencia en el campo de la medicina para mascotas. Es experta en bienestar rutinario, medicina preventiva, urgencias y atención especializada. Jenna también ha escrito para DMV 360 y DogTime.
El Dr. Bartley Harrison es un veterinario con más de 15 años de experiencia profesional en el tratamiento de perros, gatos, conejos, hurones, aves y pequeños mamíferos, con un enfoque específico en la medicina de emergencia. La Dra. Harrison forma parte de la junta de revisión veterinaria de The Spruce Pets.
Jessica Wrubel tiene una experiencia muy completa como escritora y editora de textos, trabajando para varias publicaciones, periódicos y en bibliotecas públicas ayudando con referencias, investigación y proyectos especiales durante 8 años. Revisa artículos sobre una serie de temas de estilo de vida -incluyendo el cuidado de las mascotas y los productos para mascotas- para The Spruce Pets y The Spruce, comprobando la exactitud de los hechos y la coherencia.
Es importante que sepa reconocer los signos de que un gato está enfermo. Puede ser difícil saber si los cambios sutiles de su gato indican un problema de salud. Los gatos son expertos en ocultar las enfermedades. En la naturaleza, este instinto puede protegerlos de los depredadores o de otros gatos que puedan ser una amenaza. Los signos más comunes de que un gato está enfermo son los vómitos, la diarrea, la pérdida de apetito, el letargo, el aumento de la sed y muchos más. Conozca los 18 síntomas más comunes en los gatos y qué situaciones son una emergencia.
Estudios científicos sobre los gatos
Tanto si se trata de un puntero láser como de un cable de luz, a los gatos les encanta golpear las cosas que se mueven a su paso.Pero durante el tiempo de juego los propietarios deben evitar utilizar sus propias manos como señuelos. Los dueños nunca deben “jugar con las manos” con sus gatos. Esto se debe a que los gatos están programados para perseguir y cazar presas. Cuando los humanos enseñan a sus gatos que las manos son objetos apropiados para ser cazados, el resultado suele ser desagradable y potencialmente peligroso tanto para el humano como para el gato”, dice Hauser. Una forma más adecuada de jugar con el gato es utilizar un objeto inanimado (normalmente un juguete) como intermediario.
En contra de lo que suelen mostrar los dibujos animados, los gatos domésticos no tienen por qué roer esqueletos de pescado o cualquier otro hueso de animal: “Los huesos suponen un grave peligro tanto para los gatos como para los perros. Los huesos de ave, en particular, son muy peligrosos porque pueden astillarse y atascarse en la garganta, el estómago o los intestinos del gato”, afirma MacPete. Asegúrese de que el pescado o la carne que le dé a su gato como premio no contenga huesos, y llame al veterinario inmediatamente si sospecha que su mascota ha ingerido un hueso y muestra signos de malestar.