El gato ataca al dueño
Es cuando los mordiscos, arañazos y emboscadas juguetonas se vuelven más graves y pueden llegar a causar lesiones. Es algo que los padres de los gatos suelen notar más cuando la agresión se dirige hacia ellos, normalmente en forma de ataques a los tobillos, emboscadas o mordiscos y arañazos que rompen la piel.
Este tipo de agresividad suele verse en gatitos y gatos jóvenes. Como casi todo el mundo sabe, los gatos son cazadores y ese instinto se pone en marcha a una edad muy temprana, ya que los gatitos juegan acechándose, persiguiéndose y abalanzándose sobre los demás. Aunque pueden producirse juegos bruscos y falta de comunicación cuando los gatitos juegan entre sí, se trata de una época importante de aprendizaje. Este tiempo que pasan juntos les ayuda a desarrollar habilidades de juego saludables, ya que se turnan para ser el agresor simulado y aprenden a controlar la intensidad de los mordiscos, los arañazos y la lucha. Durante el juego con sus compañeros de camada, los gatitos aprenden a mantener sus garras enfundadas y a no infligir lesiones. El juego de los gatitos también les enseña las habilidades necesarias para sobrevivir y cazar cuando sean gatos adultos.
Los gatitos que han tenido la ventaja de criarse con compañeros de camada aprenden estas valiosas lecciones para mantener la actividad dentro del modo de juego amistoso. Los gatitos que se quedan huérfanos o se alejan de sus compañeros de camada demasiado pronto, se pierden importantes lecciones sociales y pueden desarrollar hábitos de juego que incluyen mordiscos y arañazos más agresivos.
El gato salta sobre mí
Por mucho que quieras a tu gato, puede intentar atacarte en alguna ocasión. Puede atacar por cuestiones médicas o de comportamiento, pero el resultado final es que te muerde o te araña, lo cual es doloroso y puede provocar la transmisión de enfermedades de tu gato a ti[1].
Resumen del artículoPara que su gato deje de atacarle, intente reservar al menos dos sesiones de juego de 10 minutos cada día, ya que a menudo los gatos atacan por aburrimiento. Además, asegúrate de que tu gato tenga suficiente estimulación ambiental para que sea menos probable que se centre en ti, como juguetes, cajas de cartón y postes de rascado. Si su gato le ataca, ignórelo y salga de la habitación, lo que le enseñará que atacar equivale a no recibir más atención. No castigue ni grite a su gato, ya que éste no entiende de castigos. En cambio, recompense a su gato siempre que esté jugando o acariciándolo y no le ataque. Para saber cómo determinar por qué tu gato te ataca en primer lugar, ¡desplázate hacia abajo!
“Algunas de las cosas que me enseñaron a evitar que mi gato atacara fueron saber que hay que darle un entorno de juego interactivo y mover las cajas/juguetes con regularidad. Empujar ligeramente hacia tu gato cuando está atacando y también no castigarlo fueron también buenos consejos a señalar.”…” más
El gato ataca los pies
Amy Shojai, CABC, es una experta en comportamiento animal y escritora galardonada con más de 25 años de experiencia práctica en el adiestramiento y cuidado de perros y gatos. Ha escrito 27 libros sobre el cuidado de los animales, ha sido nombrada Escritora del Año de CWA Friskies y ha aparecido en Animal Planet como experta en mascotas.
La Dra. Jennifer Coates, DVM, es una consumada veterinaria y escritora con más de 25 años de experiencia en medicina veterinaria, bienestar animal y conservación. Participa en la junta de revisión veterinaria de The Spruce Pets y es miembro de la American Veterinary Medical Association.
Marlene, Jessica y Dustin viven con su gato de dos años, Monkey, al que adoptaron con un mes de edad cuando lo encontraron en un arbusto en la entrada de su casa. Monkey nació de un gato asilvestrado del vecindario. Se lleva muy bien con los perros Diesel y Pangea, está bien con Kali, una gata hermana de un año, y se está adaptando al nuevo gatito de 10 semanas.
Mono ataca su propia cola. Marlene dice que Mono hizo esto durante un corto periodo de tiempo después de ser esterilizada hace un año. “Empezó de nuevo de forma intermitente hace un mes y la frecuencia ha aumentado. Ahora Monkey sisea y ataca su cola, silbando y dándole manotazos, todo el día y la noche. Deja de hacerlo por poco tiempo y luego vuelve a hacerlo. Hemos probado a hablarle, a cogerla y a echarle un chorro de agua con una botella de agua”.
Síndrome de acariciar y morder a los gatos
Este artículo ha sido redactado por Pippa Elliott, MRCVS. La Dra. Elliott, BVMS, MRCVS es una veterinaria con más de 30 años de experiencia en cirugía veterinaria y en la práctica de los animales de compañía. Se licenció en medicina y cirugía veterinaria por la Universidad de Glasgow en 1987. Lleva más de 20 años trabajando en la misma clínica de animales de su ciudad natal.
Al igual que los humanos, los gatos tienen diferentes formas y ocasiones de agresión. Normalmente es posible controlar la agresividad de su gato e incluso resolverla. La mayoría de las situaciones de agresividad de los gatos son totalmente manejables y son el resultado del miedo, la ansiedad, la falta de socialización o de experiencias vitales previamente traumáticas. El gato merece nuestra paciencia y comprensión para mejorar su comportamiento. Sin embargo, si un gato es habitualmente agresivo, tal vez haya que pensar en realojarle en una granja donde pueda reconducir su comportamiento hacia la caza. Por su seguridad, y la de los que entran en contacto con su gato, es necesario entender y gestionar el comportamiento de su mascota.