
Mi gato tiene un corte en el estómago
Las heridas menores de los gatos pueden ser sufridas tanto por gatos activos como por gatos tranquilos: incluyendo cortes, desgarros, rasguños, mordeduras y pinchazos. Puede que sepas exactamente cómo se ha producido la herida, si lo has visto parado sobre un trozo de cristal roto, o puede que tu gato simplemente haya vuelto a través de la gatera con una herida de origen desconocido. Se pueden seguir los principios básicos de los primeros auxilios, sea cual sea la causa.
Antes de intentar aplicar cualquier tipo de primeros auxilios a su gato, tenga en cuenta que incluso los gatos más suaves pueden intentar arañar o morder en una situación de estrés o dolor. En primer lugar, debe conseguir que otra persona le ayude a sujetar a su gato mientras usted echa un vistazo a la herida. Envolver a su gato en una toalla puede ser un método útil, siempre y cuando no se asfixie y haya alguien que le ayude a calmarse. Asimismo, sujetar al gato firmemente por el cuello o en el suelo puede servir para contener a un gato agitado que corre el riesgo de hacerse más daño.
La herida puede sangrar, lo que puede parecer leve o abundante. En cualquier caso, es importante detener la hemorragia lo antes posible. Un poco de sangre puede llegar muy lejos y es poco probable que ponga en peligro la vida del gato si se trata con prontitud. Si es posible, se debe aplicar presión directamente sobre la herida durante un mínimo de 10-15 minutos. La mejor manera de hacerlo es con un paño o gasa limpia y seca. Lo ideal sería un paño de cocina limpio. No intente hacer un torniquete. Si la hemorragia es tan intensa, debe buscarse inmediatamente la atención de un veterinario.
Costras de gato en el cuello
¿Alguna vez has llegado a casa al final de un largo día y te has encontrado con un gato herido? Si ha vivido con gatos durante algún tiempo, sin duda tendrá una o dos historias que contar. Ya sea una cara hinchada, una oreja que sangra o una impresionante cojera, las lesiones felinas son comunes incluso para los gatitos de interior. Aprenda los aspectos básicos del cuidado de las heridas de su gato para ayudarle inmediatamente después de una lesión y mientras se recupera del tratamiento veterinario.
La parte más difícil del tratamiento de las lesiones felinas es la tendencia de los gatos a ocultar su dolor. Esto se debe a que su lado salvaje está programado para evitar mostrar debilidad. Piénselo, un gato visiblemente herido es un imán para los depredadores.
Los signos de dolor y lesión pueden ser obvios, como la hemorragia, la cojera y la hinchazón, pero también pueden ser más sutiles, como esconderse, estar aletargado y tener menos apetito. Si su gato no está visiblemente herido pero sigue actuando de forma extraña, examínelo más de cerca para ver si hay signos de lesión.
Las lesiones de los gatos de interior suelen producirse por desventuras deportivas (saltos o caídas fallidas), accidentes con los muebles (precipitarse bajo una mecedora o un sillón reclinable), quemaduras (percances con la estufa o el calentador) y lesiones por portazos. Es posible que usted esté presente cuando se produce el accidente o que llegue a casa y encuentre a su mascota herida.
Remedios caseros para las heridas de los gatos
Un absceso es una acumulación de pus que se forma bajo la piel y que puede afectar a muchos animales. Los gatos suelen sufrir abscesos tras una pelea de gatos. La boca y las garras de un gato contienen naturalmente muchas bacterias que se transfieren fácilmente a las heridas causando una infección. Cuando la infección no se trata, se desencadena una respuesta inflamatoria que atrae a una gran cantidad de glóbulos blancos a la zona.
Comienza a formarse pus, que es cuando la infección se convierte en un absceso. La zona afectada comienza a crecer, creando tensión bajo la piel y una mayor inflamación de los tejidos circundantes. A medida que el absceso crece, acaba por romperse y el pus se drena. Un absceso en un gato es un problema de salud doloroso y potencialmente grave que debe ser tratado en un hospital veterinario.
Un absceso puede formarse en cualquier parte del cuerpo, incluso bajo la piel, en la boca y en órganos como el hígado y el páncreas. Las zonas más afectadas son la cabeza, el cuello, las extremidades, la espalda y la base de la cola. Si no se tratan, los abscesos pueden provocar el desarrollo de enfermedades graves y potencialmente mortales, como el virus de la inmunodeficiencia y el virus de la leucemia felina.
Protección de las heridas del cuello del gato
Los gatos son criaturas activas y curiosas. Les encanta jugar, explorar, cazar y, a veces, pelearse. Tanto si tiene un activo buscador de ratones como un tranquilo gato de sofá, lo más probable es que su amigo felino sufra alguna pequeña herida en algún momento de sus nueve vidas.
Su gato está obligado a meterse en problemas de vez en cuando. Todos los animales -incluidos los humanos- son susceptibles de sufrir lesiones. Y en el caso de los gatos, las lesiones menores son bastante comunes; su frecuencia depende de sus niveles de actividad y del entorno.
Si se produce una lesión, no debe cundir el pánico. Tampoco hay que ignorarla. Incluso las pequeñas heridas pueden ser caldo de cultivo para bacterias y virus. Si no se trata, un problema menor puede convertirse en una complicación grave para la salud.
Cuando se produce una herida o un arañazo del gato, el sistema inmunitario del animal lucha de forma natural contra la infección y trabaja para facilitar el proceso de curación. Pero eso no significa que deba dejar que se curen sin ayuda, especialmente si parecen estar sufriendo.
Dan Richardson lleva más de 10 años ejerciendo como veterinario. Está especializado en cirugía y ortopedia. Dan es originario de la zona rural del oeste de Nevada y asistió a la Universidad de Idaho para sus estudios universitarios y a la Universidad Estatal de Oregón para la Escuela de Veterinaria. La familia Richardson disfruta de acampar y pasar tiempo en la pesca de agua, paddle boarding, o cavar sus pies en la arena en algún lugar cálido.