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Gatos y perros recien nacidos

6 agosto, 2023

Relato corto sobre el perro, el gato y el bebé pdf

Muchos perros y gatos pueden convivir en armonía si se les introduce correctamente y se les supervisa de forma adecuada. Tanto si va a añadir un nuevo gato como un nuevo perro a su hogar, la máxima prioridad es siempre la seguridad. Un gato puede convivir de forma segura y feliz con algunos perros, pero no con otros, por lo que, aunque su gato haya convivido antes con perros, sea precavido y proceda con lentitud al presentar a su gato a un nuevo perro.

Cuando presente a su gato a un perro, es mejor presentarle sólo un perro a la vez. También es importante que haya al menos dos personas presentes, una para manejar la correa del perro y otra para atender al gato. En la introducción inicial, asegúrese de que los dos animales se vean claramente y se den cuenta de la presencia del otro. Si uno de los animales no ha visto al otro antes de que éste se acerque demasiado, puede producirse miedo y pánico. Aunque los dos animales parezcan tener un comportamiento juguetón, hay que ralentizar los acercamientos hasta que quede claro que ninguna de las dos mascotas está ansiosa o asustada.

Lo primero que debes hacer es prestar atención al lenguaje corporal de ambos animales. Lo ideal es que el lenguaje corporal de ambas mascotas sea suelto y relajado. En particular, observa cómo se miran el uno al otro. Mientras observa al perro, fíjese en si puede mirar al gato y luego apartar la mirada. Si no puede, esto puede indicar que está demasiado excitado o excitada. Observe la cabeza y la cara del perro; si el perro parece excesivamente concentrado en el gato, intente llamarle o chasquear los dedos. Si puede distraerlo con relativa facilidad, su comportamiento sugiere que no tiene un grado insano de interés por el gato.

Fotos de gatos y perros bebés

Desde la habitación del hospital hasta la sala de estar, las mascotas son beneficiosas para nuestra salud física y emocional, y son miembros valiosos de nuestras familias. Si tienes bebés de pelo y te estás preparando para dar la bienvenida a una niña o un niño a tu familia, puede que te preocupe cómo responderán tus mascotas a tu paquete de alegría. No hay ningún problema en traer un nuevo bebé a una casa con gatos o perros, siempre que se prepare con suficiente antelación.

  Mi gato muerde a mi perro

Las mascotas son animales de costumbres. Necesitan tiempo para ajustar sus comportamientos y rutinas para adaptarse a tener un bebé en casa. Durante el embarazo, es posible que una parte importante de la rutina de su gato deba cambiar: dónde pasa su tiempo. Si el suyo es un gato de exterior, tendrá que permanecer en el interior. Esto se debe a que los gatos de exterior que cazan pequeños animales podrían infectarse con el Toxoplasma gondii, un parásito que podría pasarle a usted y a su bebé. La infección resultante, llamada toxoplasmosis, puede provocar abortos y defectos de nacimiento. El Toxoplasma gondii se propaga a través de las heces de los gatos, así que pide a tu pareja o a un familiar que cambie la caja de arena de tu gato a diario. Si tienes que hacerlo tú mismo, ponte guantes y lávate las manos inmediatamente después. Empezar a preparar al bebé a tiempo también es importante para los perros. La Sociedad Americana para la Prevención de la Crueldad contra los Animales (ASPCA) recomienda introducir en el perro nuevos objetos y experiencias relacionados con el bebé cuatro meses antes de la fecha del parto. Comience a integrar los nuevos cambios en la rutina de su perro al menos un mes antes de la llegada del bebé.

Papel pintado de un gato y un perro

Una casa llena de gatitos y perros puede ser uno de los lugares más bonitos y felices del mundo. Para conseguir un hogar tan armonioso, hay que presentar al gatito al perro de la forma adecuada. Al igual que una mala primera impresión puede tener un efecto duradero con las personas, lo mismo puede ocurrir al presentar un gato a un perro.

  Comparacion entre perros y gatos

Los perros y los gatos pueden llegar a ser buenos amigos, pero se necesita tiempo. Esto se debe a que tienen estilos de lenguaje corporal muy diferentes que pueden dar lugar a algunas señales confusas. El intento de juego de un gatito puede ser interpretado como una agresión por su perro o viceversa.1 Así que prepárese para dar cada paso lentamente. Pueden pasar semanas o más antes de que se tranquilicen y se sientan cómodos el uno con el otro. Pero el resultado merece la pena.

Tendrá que mantener a sus mascotas separadas para que puedan acostumbrarse gradualmente a los olores y sonidos del otro en un entorno libre de estrés. Tu gatito necesitará su propia y cómoda habitación con una caja de arena, comida, agua y una cama.2 Un difusor calmante Comfort Zone puede ayudarle a sentirse seguro y relajado en su nueva habitación. Esta solución sin fármacos imita las feromonas naturales del gato para ayudarle a sentirse tranquilo y feliz.

Gatos y recién nacidos

Se ha sugerido que el contacto con los animales de compañía desempeña un papel importante en la mejora del desarrollo infantil. Sin embargo, los estudios centrados en el desarrollo infantil y la tenencia de animales de compañía a una edad muy temprana son limitados. El objetivo del presente estudio era investigar el desarrollo infantil en relación con la tenencia de animales de compañía a una edad temprana en un estudio prospectivo de cohortes de nacimiento a escala nacional: el Japan Environment and Children’s Study. En este estudio se examinaron las asociaciones entre la posesión de perros y gatos a los seis meses y el desarrollo infantil a los 12 meses de edad. El desarrollo infantil se evaluó mediante el Ages & Stages QuestionnairesTM (ASQ-3) a los 12 meses. Entre los participantes del estudio Japan Environment and Children’s Study (JECS), se incluyeron los que disponían de datos sobre la tenencia de perros y gatos a los seis meses y de datos para el ASQ-3 a los 12 meses (n = 78.868). Los que tenían perros mostraron mayores porcentajes de aprobados en los cinco dominios medidos por el ASQ-3 (comunicación, motricidad gruesa, motricidad fina, resolución de problemas y personal-social) en comparación con los que no tenían perros. Se observó una disminución significativa de los odds ratios (OR) de los retrasos en el desarrollo en asociación con el hecho de tener perros en todos los dominios fijos (comunicación: OR = 0,73, motricidad gruesa: OR = 0,86, motricidad fina: OR = 0,84, resolución de problemas: OR = 0,90, personal-social: OR = 0,83). Este estudio sugiere que la tenencia de un perro en las primeras etapas de la vida puede reducir los riesgos de retrasos en el desarrollo del niño.

  Dermatologia en perros y gatos

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