Embarazo de gato
No debes preocuparte: las gatas embarazadas suelen ser más que capaces de cuidar de sí mismas, aunque seguirán necesitando tus cuidados y atención durante el parto. Como a menudo intentan escabullirse para dar a luz en privado, tendrás que vigilarlas de cerca en las últimas semanas por si acaso. Habla con tu veterinario si tienes alguna duda sobre el embarazo en las gatas, o si te preocupa que tu gata dé a luz. Sus consejos te ayudarán a tranquilizarte.
Durante las dos últimas semanas de embarazo de tu gata, asegúrate de que todos los miembros de la familia sepan que deben estar tranquilos y callados a su alrededor, y que deben tratarla con cuidado, especialmente los niños, que pueden estar comprensiblemente emocionados ante la perspectiva de tener pronto gatitos con los que jugar.
Intenta mantenerla lo más calmada e inactiva posible durante este tiempo, y anímala a relajarse en su cama especial de maternidad. Sin embargo, ni siquiera la cama más mullida puede tentarla, y algunas gatas rechazarán la cama de parto que les propones por un rincón del armario. Asegúrate de que puede elegir dónde dar a luz y nunca intentes moverla del lugar que ha elegido.
¿Cuántos gatitos puede tener una gata?
El invierno está a punto de terminar y pronto será la temporada de apareamiento en el mundo de los gatos. Cuando las gatas alcanzan la pubertad, lo que puede ocurrir desde los 4 meses hasta los 18, corren el riesgo de quedarse embarazadas si no están esterilizadas y se encuentran con un macho guapo. El periodo de gestación (o embarazo) en las gatas es relativamente corto y sólo dura de 8 a 9 semanas, es decir, unos 60 días. Durante este tiempo, la gata experimenta una serie de cambios físicos y de comportamiento importantes. Aquí le explicamos las principales etapas.
Por ello, es posible que no note que su gata está embarazada durante este periodo. Sin embargo, hay ciertos signos reveladores a los que puede prestar atención, como el aumento del apetito o las náuseas matutinas. Este periodo también suele ir acompañado de cambios significativos en el comportamiento. Una gata que espera un gatito puede volverse repentinamente muy cariñosa y necesitada de compañía o, por el contrario, volverse malhumorada y buscar la soledad; esta montaña rusa emocional es perfectamente normal, así que no se alarme. A partir de las 3 semanas, es posible que notes que los pezones de tu gata se han vuelto más grandes y oscuros. A partir de ese momento, tu veterinario podrá realizar una ecografía y confirmar si tu gata está o no embarazada.
Tiempo de nacimiento del gato entre gatitos
¿Tiene curiosidad por saber cuántos gatitos puede tener una gata? En un segundo profundizaremos en el tema del tamaño de la camada de gatitos, además de cubrir los factores que tienen un impacto en el número medio de gatitos en una camada. Por último, pero no por ello menos importante, le daremos una rápida introducción a temas relacionados, incluyendo cómo ayudar a su gata embarazada cuando finalmente llegue el momento de dar a luz.
Lo primero es lo primero. La temporada de gatitos es un término que describe los meses más cálidos del año, cuando las gatas suelen aparearse y dar a luz. Dependiendo del lugar en el que te encuentres, la temporada de gatitos puede durar desde marzo hasta octubre; en las zonas en las que hace calor todo el año, la temporada de gatitos puede ser un “evento” durante todo el año. Ten en cuenta que una gata que entra en celo puede quedarse embarazada y tener gatitos en cualquier momento del año, pero la primavera y el principio del verano suelen ser las épocas de mayor actividad de adopciones de gatitos.
Las gatas tienen una media de cuatro a ocho gatitos por camada, aunque es normal encontrar camadas más grandes y más pequeñas. Por ejemplo, las madres de gatos primerizos suelen tener sólo dos o tres gatitos. Por si tiene curiosidad, la mayor camada de gatitos de la que se tiene constancia fue un grupo de 19, nacidos en 1970. Cuatro nacieron muertos y catorce de los gatitos supervivientes eran machos. Otro dato curioso (y algo extraño): si una gata se aparea con varios machos mientras está en celo, puede dar a luz a gatitos de diferentes padres. Esto explica en parte por qué una camada de gatitos puede incluir bebés de tantos colores diferentes, así como de longitudes de pelo largas y cortas. Una gata puede tener una camada de gatitos al menos dos veces al año, aunque no es recomendable. Lo mejor es castrar a la gata después de la llegada de los gatitos, cuando el veterinario diga que está preparada. Esto alargará la vida de la gata y ayudará a reducir el número de gatitos que necesitan un hogar. Incluso si eres responsable de encontrar familias para todos los gatitos de tu gata, los refugios están llenos durante la temporada de gatitos y los que no encuentran un hogar son eutanasiados con demasiada frecuencia.
Cría de gatos
El efecto de esto se ha demostrado en una encuesta realizada a más de 700 gatas reproductoras, en la que se descubrió que las gatas con conformación extrema, como las siamesas y las persas, experimentaban niveles mucho más altos de distocia (partos difíciles), viéndose afectados el 10% y el 7,1% de los partos, respectivamente, en comparación con sólo el 2,3% de los partos en las gatas con conformación normal. Por lo tanto, es muy importante que los criadores conozcan los detalles del parto normal para poder reconocer un problema cuando surja.
Durante la gestación, los fetos están espaciados a lo largo de cada cuerno del útero. Cada feto está contenido en sus propias membranas y tiene su propia placenta, a través de la cual se nutre. El útero puede considerarse como una bolsa muscular en forma de salchicha, capaz de contraerse tanto en su diámetro como en su longitud. Para facilitar su paso, cada feto está contenido en una bolsa de doble capa bastante resistente de membranas fetales, que están llenas de un líquido resbaladizo en el que flota el feto. Este líquido sirve tanto de protección como de lubricación y proporciona una fuerza de distensión, estiramiento y dilatación cuando el útero se relaja por delante y se contrae por detrás en el transcurso del parto.