
Pezones de gata normales vs. embarazados
¡Sí! Al igual que otros mamíferos masculinos, ¡los gatos también tienen pezones! Se cree que los pezones se desarrollan en el útero de los mamíferos antes de que se determine el sexo. Por eso los machos tienen pezones, aunque en realidad no tengan ninguna finalidad.
No hay una respuesta fija para esto. Los gatos casi siempre tienen una cantidad par, pero se sabe que también tienen cantidades impares. En cuanto al número, los gatos pueden tener tan sólo 4, pero hasta 10. El número medio es 6. Sí, esto incluye también a los gatos machos. Algunos gatitos de la misma camada pueden tener cantidades diferentes. Puedes tener 2 gatitos con 6 pezones y 4 gatitos con 8 pezones. El sexo no cambia el número, sino la pura genética.
Seguro que sí. Cuando una gata está embarazada, al igual que otros mamíferos, sus pezones cambian. Alrededor de los 35 días, sus pezones se volverán de color rosa brillante y más grandes. Esto se debe a que las mamas se están preparando para alimentar a los gatitos. Todo se hincha y se vuelve sensible.
Al buscar los pezones de una gata, hay que mirar en el vientre. A diferencia de los humanos, los gatos tienen pezones por debajo de la zona del pecho. Los encontrarás en filas uniformes a uno o dos centímetros de la pelvis. Debido al pelaje, puede ser difícil encontrarlos todos, pero se pueden encontrar dos en el fino revestimiento de pelo de la parte inferior del vientre.
Pezones de gato hembra
TopCausas del agrandamiento de las glándulas mamarias en las gatasAdemás de la causa normal del embarazo, el agrandamiento de las glándulas mamarias puede ser el signo de un problema interno mayor en la gata. Un veterinario es el más indicado para determinar la causa exacta de la inflamación, lo que conducirá a un diagnóstico y tratamiento más rápidos para la gata. Las causas incluyen:
ArribaDiagnóstico del agrandamiento de las glándulas mamarias en los gatosEl veterinario necesitará el historial médico completo del gato al llegar a la clínica. Se realizará un examen físico en el que se examinarán detenidamente los pezones y el tejido mamario en busca de signos que coincidan con las afecciones de las glándulas mamarias. Algunos problemas pueden no ser graves y resolverse por sí solos, mientras que otras afecciones pueden poner en peligro la vida.
Se puede realizar una serie de pruebas de diagnóstico, que suelen comenzar con un análisis de sangre. Esto puede incluir un recuento sanguíneo completo y un perfil bioquímico. Puede tomarse una biopsia del tejido agrandado para realizar una evaluación microscópica adicional (un examen histopatológico). Pueden ser necesarias radiografías de tórax y abdomen para comprobar la localización del tumor y detectar cualquier metástasis (propagación). El análisis de orina puede utilizarse para confirmar e identificar cualquier bacteria presente en la gata. TopTratamiento del agrandamiento de las glándulas mamarias en los gatosHay una variedad de tratamientos disponibles, dependiendo de la condición presente. Si la gata tiene una infección (como en los casos de mastitis), puede tratarse de una emergencia médica. Se necesita atención inmediata para estabilizar a la gata lo suficiente como para recibir tratamiento.
Pezones de gato
Los mamíferos se dividen en 3 grupos: prototerios, metaterios y euterios. En el caso de los prototerios, tanto los machos como las hembras tienen glándulas mamarias funcionales, pero sus glándulas mamarias no tienen pezones. Estas glándulas mamarias son glándulas sebáceas modificadas. En cuanto a los metaterios y euterios, sólo las hembras tienen glándulas mamarias funcionales. Sus glándulas mamarias pueden denominarse mamas o ubres. En el caso de las mamas, cada glándula mamaria tiene su propio pezón (por ejemplo, las glándulas mamarias humanas). En el caso de las ubres, los pares de glándulas mamarias forman una sola masa de la que cuelga más de un pezón (o teta). Por ejemplo, las vacas y las búfalas tienen una ubre con cuatro pezones cada una, mientras que las ovejas y las cabras tienen dos pezones que sobresalen de la ubre. Estas glándulas mamarias son glándulas sudoríparas modificadas.
Los componentes básicos de una glándula mamaria madura son los alvéolos (cavidades huecas, de unos pocos milímetros de tamaño), que están revestidos de células cuboidales secretoras de leche y rodeados de células mioepiteliales. Estos alvéolos se unen para formar grupos conocidos como lobulillos. Cada lobulillo tiene un conducto lactífero que drena en las aberturas del pezón. Las células mioepiteliales se contraen bajo el estímulo de la oxitocina, excretando la leche secretada por las unidades alveolares en el lumen del lobulillo hacia el pezón. Cuando el bebé comienza a mamar, se produce el “reflejo de bajada” mediado por la oxitocina, y la leche de la madre es secretada -no succionada- por la glándula hacia la boca del bebé[4].
¿Se les caen los pezones a los gatos machos?
Seguro que no piensas en los pechos de los gatos muy a menudo. Después de todo, no son tan obvios como los pechos de las mujeres humanas, y como están enterrados en el pelaje de tu amigo felino, es difícil recordar que existen.
Pero recuerda que deberías hacerlo, porque los gatos pueden padecer, y de hecho lo hacen, cáncer de mama. De hecho, es el tercer cáncer más común en los gatos. Siga leyendo para obtener información sobre los factores de riesgo, los signos de advertencia, la prevención y el tratamiento.
Las gatas tienen ocho glándulas mamarias en dos “cadenas” de cuatro en cada lado. Cada cadena de glándulas mamarias está conectada por conductos linfáticos y vasos sanguíneos. Cada glándula mamaria tiene su propio pezón y produce su propio suministro de leche.
Las hormonas sexuales tienen un profundo impacto en el riesgo de cáncer de mama. Las gatas intactas son mucho más propensas a desarrollar la enfermedad que las esterilizadas. Según un estudio publicado en 2005 en el Journal of Veterinary Internal Medicine, la incidencia de los tumores mamarios se reduce en un 91% en las gatas castradas antes de los seis meses de edad y en un 85% en las castradas antes del año. Las gatas siamesas corren más riesgo que otras razas, al igual que las persas.