
Gato que gotea orina después de usar la caja de arena
La incontinencia urinaria en un gato se define como la pérdida involuntaria de orina. La incontinencia fecal se define como la defecación involuntaria o la falta de control intestinal. Estas condiciones son diferentes de la micción inapropiada por comportamiento en sitios distintos de la caja de arena o en el exterior, la micción en un momento inadecuado (por la noche) o la micción inapropiada por razones médicas (ITU). La diarrea crónica que se produce como resultado del síndrome del intestino irritable o del cáncer gastrointestinal (como el linfoma) no se considera incontinencia fecal.
Es importante señalar que los gatos incontinentes son individuales: Algunos pueden no tener ninguna pérdida y requerir un cuidado mínimo, mientras que otros pueden tener pérdidas frecuentes y requerir más cuidados. Antes de adoptar un gato incontinente, asegúrese de considerar su nivel de comodidad y la cantidad de tiempo que puede dedicar a su cuidado. Esto garantizará que el gato sea el adecuado para su hogar y su estilo de vida.
Las lesiones nerviosas o las malformaciones en la columna vertebral pueden impedir que los gatos orinen o defequen por sí mismos. Entonces es necesario que usted les ayude dos o tres veces al día palpando y exprimiendo la vejiga o palpando y evacuando el colon. (Ver “Cómo exprimir la vejiga de un gato” para una información más detallada).
Por qué mi gato macho tiene pérdidas de orina
La incontinencia urinaria se produce cuando un gato entrenado en casa o en la caja de arena pierde el control de su vejiga y es extremadamente desagradable tanto para usted como para su gato. Puede afectar a gatos de cualquier sexo, edad o raza, pero tiene una serie de causas comunes y, lo que es más importante para su cordura y la limpieza de su casa, existen opciones de tratamiento.
Lo primero que hay que hacer si su gato empieza a mostrar síntomas de incontinencia es visitar a su veterinario, para que le ayude a realizar un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adecuado. El veterinario le hará muchas preguntas y le hará un examen físico completo, y es más que probable que pida pruebas en la orina de su gato para comprobar si hay signos de infección del tracto urinario y otras anomalías, así como análisis de sangre para descartar afecciones como la diabetes. También puede ser necesario realizar pruebas de imagen, como radiografías o una ecografía.
El diagnóstico del veterinario determinará el plan de tratamiento que se aplique a su gato. Por ejemplo, pueden recetarse antibióticos para atajar una infección causal; pueden aconsejarse sustituciones hormonales si su gato ha sido castrado o ha desarrollado incontinencia urinaria debido a la edad; o, en casos médicos graves, puede realizarse una intervención quirúrgica para eliminar una obstrucción de la vejiga o del tracto urinario, para reparar la vejiga o el tracto urinario o para atajar una lesión de la médula espinal.
Incontinencia en gatos con insuficiencia renal
Cualquier condición médica que interfiera con el comportamiento normal de micción o defecación de un gato puede causar problemas en la caja de arena. La inflamación del tracto urinario, por ejemplo, puede hacer que orinar sea doloroso y aumentar la frecuencia y la urgencia de la micción. Estas experiencias pueden hacer que un gato orine o defeque fuera de la caja de arena, sobre todo si asocia la caja de arena con el dolor. Las enfermedades renales y tiroideas, así como la diabetes mellitus, también son posibles culpables de que el gato no utilice la caja de arena, ya que suelen hacer que beba más y orine con más frecuencia. Del mismo modo, los problemas del tracto digestivo pueden hacer que a un gato le resulte doloroso defecar, que aumente la frecuencia o la urgencia y que disminuya el control de la defecación. Por último, las enfermedades relacionadas con la edad que interfieren con la movilidad del gato o con sus funciones cognitivas pueden influir en su capacidad para llegar a la caja de arena a tiempo.
Un gato con aversión a su caja de arena suele eliminar en diversas superficies. Puede encontrar charcos de orina o heces en superficies blandas como alfombras, camas o ropa, o en superficies duras como suelos de baldosas o bañeras. Dependiendo de las ganas que tenga su gato de evitar la caja de arena, es posible que siga utilizándola, pero sólo de forma inconsistente.
Tratamiento de la incontinencia urinaria del gato
Aunque parezca que los gatos tienen una vida fácil, lo cierto es que pueden estresarse con mucha facilidad. Los problemas urinarios felinos pueden ser una de las primeras señales de que su gato está experimentando algún tipo de estrés. Es importante que los padres de gatos sepan cómo son los síntomas y cómo ayudar a sus amigos felinos.
Cuando los gatos son felices y están sanos, utilizan la caja de arena tanto para orinar como para defecar. Sin embargo, si su gato empieza a mostrar alguno de los siguientes comportamientos, puede estar experimentando estrés urinario felino o enfermedad del tracto urinario inferior felino (FLUTD):
La mayoría de los gatos mostrarán los signos anteriores cuando hayan alcanzado su límite de estrés o cuando tengan un problema médico, por lo que algunos de los primeros signos de estrés podrían ser que su gato se esconda más, sea menos cariñoso, cambie su comportamiento alimentario o sólo orine o defeque en su caja de arena (no en ambas). Sin embargo, algunos gatos pueden mostrar signos de estrés urinario sin ninguna advertencia. Tan pronto como un gato muestre signos de estrés urinario, es importante llamar a su veterinario para determinar si es necesaria una visita o si debe probar primero algunas intervenciones en casa.