
Síntomas de la infección estomacal del gato
TopCausas de las infecciones víricas intestinales en los gatosLas infecciones víricas intestinales son muy contagiosas y suelen propagarse a través del contacto con heces o saliva infectadas. El virus puede ser ingerido o inhalado y, en raras ocasiones, la transmisión puede producirse por el contacto con cajas de arena, platos de comida, ropa de cama o equipos de aseo contaminados. Dependiendo del tipo de virus, puede permanecer activo en las superficies durante largos periodos de tiempo. Los humanos pueden propagar la infección entre gatos al acariciar varios gatos sin desinfectar las manos entre ellos. Los gatos también pueden contagiarse unos a otros a través del acicalamiento mutuo o de las mordeduras que se producen como resultado de las peleas. En algunos casos, el virus puede transmitirse de una madre infectada a los gatitos no nacidos.
Los virus intestinales tienden a propagarse en zonas con una gran concentración de gatos, como refugios, criaderos y colonias de animales salvajes. Esta enfermedad puede darse en gatos de cualquier edad, pero es más frecuente en gatos jóvenes y gatitos, en gatos con un sistema inmunitario debilitado o en aquellos que viven en un entorno muy estresante. ArribaDiagnóstico de la infección vírica intestinal en los gatosDespués de revisar el historial médico del gato y analizar la aparición de los síntomas, el veterinario tratante intentará descartar otras posibles causas de malestar gastrointestinal. Estas otras causas pueden incluir la presencia de parásitos, infección por hongos, exposición a toxinas, alergias alimentarias o leucemia felina (FeLV). Se pedirán pruebas de laboratorio estándar, incluyendo un recuento sanguíneo completo (CBC), un perfil sanguíneo y un panel de electrolitos para evaluar la salud general del gato. Es probable que se pidan exámenes fecales, y los resultados de las pruebas indicarán si la infección es vírica o bacteriana y el nivel de deshidratación del gato.
Medicamento para la infección de estómago del gato
Clostridium perfringens es un microorganismo predominante en las heces de la mayoría de los carnívoros [18, 36]. Dado que Clostridium perfringens es un habitante normal de los intestinos de los gatos que no tienen diarrea [34], el análisis por PCR de Clostridium perfringens es difícil cuando se intenta determinar si este organismo es el agente causante de la diarrea. En este estudio se detectó la α-Toxina expresada por Clostridium perfringens. Las enterotoxinas, más que el propio Clostridium perfringens, pueden causar enteritis, y nuestros hallazgos se basan en los resultados de la amplificación del ADN de la α-toxina [18]. Estudios anteriores han demostrado que la α-toxina de Clostridium perfringens sólo se detectó en muestras fecales de gatos diarreicos y no en las de gatos asintomáticos [12, 36]; sin embargo, también se han comunicado resultados opuestos [1]. Por tanto, se necesitan más estudios para determinar si Clostridium perfringens es una causa de diarrea.
E. coli es un microorganismo colónico bien conocido, y su patogenicidad depende de varios factores de virulencia [18]. Entre las E. coli diarreicas conocidas en los gatos, nuestro estudio mostró una prevalencia decreciente en el orden de EPEC > ETEC > EHEC > EIEC. Cuando se combinan en conjunto, la prevalencia de E. coli fue la cuarta más común. EPEC fue el subtipo más abundante de E. coli en nuestro estudio, lo que coincide con un informe anterior [46]. Sin embargo, pocos estudios han informado de la detección fecal de ETEC, EHEC y EIEC en gatos diarreicos, y se sabe que EPEC y EHEC también están presentes en gatos sanos.FPV es un patógeno que está incluido en el calendario de vacunación básico para gatos [47]. En este estudio, no conocíamos el estado vacunal reciente de los gatos inscritos; por lo tanto, es posible que se obtuvieran resultados falsos positivos en individuos que hubieran recibido recientemente vacunas de virus vivos modificados [18]. En nuestro estudio, dado que la prevalencia de FPV fue mayor en los grupos de edad intermedia y avanzada que en el grupo de edad temprana, la posibilidad de una infección subclínica debida a la edad temprana fue baja.
Infecciones bacterianas intestinales en los gatos
1. IntroducciónEl género Tritrichomonas pertenece a la familia Trichomonadidae. Entre las pocas especies de importancia veterinaria del género se encuentra Tritrichomonas foetus. Tritrichomonas foetus es fascinante tanto desde el punto de vista biológico como en sus manifestaciones clínicas, además de diagnosticarse ocasionalmente en seres humanos inmunodeprimidos [1]. Reside en el tracto urogenital del ganado y causa la tricomonosis bovina, una enfermedad de transmisión sexual sin tratamiento aprobado, en muchas regiones geográficas de todo el mundo (aislado bovino) [2]. La misma especie de tricomona fue confirmada sólidamente en 2003 como el agente causante de la diarrea crónica en el gato doméstico (aislado felino) [3,4], aunque el descubrimiento del protozoo en estos animales se realizó hace décadas, ya en 1928 [5]. Al igual que otras tricomonas, como el parásito humano Trichomonas vaginalis, T. foetus sólo tiene un estadio de trofozoito, aunque se ha descrito un estadio de pseudoquiste [6-9]. Los trofozoítos se reproducen asexualmente por fisión binaria longitudinal; no se ha descubierto nunca la reproducción sexual. Tienen forma de pera o de huso con tres flagelos anteriores y uno posterior. Una membrana ondulada se extiende a lo largo de todo el cuerpo y emerge como flagelo posterior. El axostilo se extiende a lo largo de la célula y suele proyectarse posteriormente. El tamaño se aproxima a 10-25 μm de longitud y 3-15 μm de anchura (Figura 1).Figura 1
Tratamiento de la infección bacteriana en los gatos
La gastritis se define como la inflamación de la mucosa gástrica. La palabra deriva del griego “gastro-” que significa “del estómago” y “- es ” que significa “inflamación”. La gastritis puede ser aguda o crónica, y puede estar asociada a enfermedades más graves.
Los signos clínicos más comunes asociados a la gastritis son los vómitos agudos y la disminución del apetito (anorexia). Otros signos clínicos pueden ser la deshidratación, el letargo o la depresión, el aumento de la sed, la presencia de sangre en el vómito o las heces y el dolor abdominal. La gastritis aguda suele ser autolimitada y de corta duración (menos de veinticuatro horas). Normalmente no se descubre la causa porque los signos clínicos suelen desaparecer antes de que se realicen las pruebas de diagnóstico.
La gastritis aguda es más frecuente en los gatitos o en los gatos curiosos que comen cosas que no deberían comer (lo que se denomina “indiscreción dietética”). Las causas de la gastritis aguda incluyen la ingestión de alimentos estropeados o crudos, elementos no alimentarios como basura, objetos extraños y plantas, la exposición a toxinas, mohos y hongos, la ingesta de alimentos inadecuados como restos de mesa o sobras, o la alimentación con grandes cantidades de comida. En el caso de la gastritis aguda, la mayoría de los gatos se recuperan en uno o tres días con un tratamiento de apoyo, que incluye un breve periodo de privación de alimentos. El pronóstico suele ser bueno, incluso si no se identifica la causa primaria.