Cómo evitar que su gato contraiga el sida gatuno | Bondi Vet
La leucemia felina y la inmunodeficiencia felina son dos enfermedades causadas por virus con las que los gatos pueden nacer o contraer, a través del contacto íntimo con otro gato infectado, en cualquier momento después del nacimiento. Se recomienda realizar pruebas de detección del virus de la leucemia felina, independientemente de la edad, a cualquier gato nuevo en un hogar.
Las pruebas del virus de la inmunodeficiencia felina se recomiendan para todos los gatos de más de seis meses de edad cuando se introducen por primera vez en un hogar. Dado que ambas enfermedades pueden permanecer latentes durante años antes de causar problemas médicos, se recomienda habitualmente realizar las pruebas de ambos virus en cualquier gato enfermo, independientemente de las pruebas anteriores.
Conocer el estado de la leucemia felina y del virus de la inmunodeficiencia felina de un gato puede ayudarnos a hacer recomendaciones sobre el manejo de la salud de su gato. Ninguno de los dos virus es curable. Ambos pueden causar varios signos clínicos, más comúnmente anemia o incapacidad para combatir incluso infecciones simples debido a un sistema inmunológico comprometido.
La vacunación contra el virus de la leucemia felina ayuda a los gatos que se exponen posteriormente a combatir la infección. Puede proteger a los gatos ya infectados contra algunos cánceres comúnmente asociados con el virus. Nuestro hospital veterinario recomienda que todos los gatos vivan estrictamente en el interior para evitar los numerosos peligros de la vida en el exterior. Pero para aquellos propietarios que decidan dejar salir a sus gatos, recomendamos encarecidamente la vacunación contra la leucemia felina.
¡Gatos FIV+ = Positivamente Adoptables!
El nombre, virus de la leucemia felina, o FeLV, confunde a muchas personas. En los humanos, la leucemia se refiere únicamente a un tipo de cáncer que afecta a los glóbulos blancos. El virus de la leucemia felina sólo afecta a los gatos, y muy raramente causa leucemia real, o cáncer de los glóbulos blancos. El FeLV suele causar inmunosupresión, anemia u otros tipos de cáncer y suele provocar la muerte a los tres años del diagnóstico. Los síntomas son bastante variables, dependiendo de la fase de la infección y de la fortaleza del sistema inmunitario del gato. Algunos gatos infectados parecen sanos, mientras que otros pueden presentar infecciones respiratorias secundarias, debilidad, fiebre, respiración dificultosa o signos neurológicos.
Los gatos son más susceptibles cuando son jóvenes. El FeLV es muy contagioso, pero no vive mucho tiempo en el ambiente. Este virus se transmite de las madres a los gatitos o mediante el contacto afectivo estrecho, como el acicalamiento mutuo, el compartir cuencos y cajas de arena; les digo a mis alumnos que “la leucemia es para los amantes”. Sin embargo, las heridas por mordedura son también un importante método de transmisión.
Virus de la leucemia felina (FeLV)
Carvalho Lacerda, L. ., Nascimento da Silva, A. ., Dálety Santos Cruz, R. ., de Souza Freitas, J. ., Abou Said, R. ., & Dias Munhoz, A. (2021). Aspectos hematológicos y bioquímicos de gatos infectados naturalmente con el virus de la inmunodeficiencia felina y la leucemia felina. Revista Brasileña de Medicina Veterinaria, 42(1), e110020. https://doi.org/10.29374/10.29374/2527-2179.bjvm110020
Teniendo en cuenta la importancia y la gravedad de las infecciones por el virus de la inmunodeficiencia felina (VIF) y el virus de la leucemia felina (VLF), la información sobre las alteraciones de laboratorio puede determinar el pronóstico de los gatos infectados. Este estudio tuvo como objetivo determinar las alteraciones de laboratorio de los gatos asintomáticos domiciliados e infectados naturalmente por el VIF y/o el VLF en el noreste de Brasil. Se evaluaron muestras de sangre de 200 gatos mediante nested-PCR y una prueba inmunocromatográfica comercial para el diagnóstico de estas infecciones. Se realizaron análisis de recuento sanguíneo completo (CBC) y de bioquímica sérica para evaluar las anomalías de laboratorio. Se tabularon los valores del hemograma y de la bioquímica de los gatos que resultaron positivos para el VIF y/o el VLF para determinar la presencia o ausencia de alteraciones y se analizaron mediante la prueba de chi-cuadrado con la corrección de Yates o la prueba exacta de Fisher para cada variable, con un intervalo de confianza del 95%. La frecuencia total fue del 6% (12/200) y del 3% (6/200) para el VIF y el VLF, respectivamente. La presencia de hiperbilirrubinemia (total, directa e indirecta) fue el único cambio observado en los gatos positivos para FIV en comparación con los controles negativos para FIV (p<0,05). Creemos que los cambios de laboratorio compatibles con condiciones de inmunosupresión deben ser más frecuentes en los gatos positivos para FIV/FeLV que ya presentan signos clínicos de la enfermedad.
Demostración de WITNESS FFH
Se diagnosticó un linfoma en un gato doméstico de 7 años infectado por el FeLV y el virus de la inmunodeficiencia felina (FIV). El gato estaba afectado por trastornos crónicos sugestivos de inmunosupresión, incluyendo gingivitis, periodontitis, queratitis y abscesos. A pesar del tratamiento, la queratitis periférica del ojo izquierdo progresó, dando lugar a uveítis, glaucoma crónico y, finalmente, a la rotura de la córnea. También se sospecharon procesos patológicos microscópicos de la retina y del disco óptico. Se observaron movimientos anormales de la mandíbula que se creían indicativos de una enfermedad neurológica. Aproximadamente 17 meses después, el gato desarrolló linfadenopatía generalizada, hepatoesplenomegalia y renomegalia bilateral. Se diagnosticó histológicamente un linfoma linfoblástico y una glomerulonefritis. En los sobrenadantes de los cultivos de células mononucleares de los ganglios linfáticos y del bazo se detectó una actividad de transcriptasa inversa dependiente del manganeso y del magnesio, lo que sugiere una infección de los linfocitos T por el VLF y el VIF.