El folato bajo en los gatos
La vitamina B9, también llamada ácido fólico o folato, es una vitamina hidrosoluble esencial. El ácido fólico de la dieta es hidrolizado por las enzimas del borde en cepillo del intestino y se absorbe en el enterocito tanto por el transporte mediado por el portador como por la difusión pasiva. El ácido fólico se metaboliza dentro del enterocito en 5-metil-tetrahidrofolato y se libera en la circulación portal. El 5-metil-tetrahidrofolato circulante es absorbido por el hígado, donde es retenido o liberado de nuevo a la circulación. Los derivados del ácido fólico son filtrados por los túbulos renales, con una reabsorción activa durante los períodos de baja ingesta.
La deficiencia de ácido fólico durante la gestación puede provocar paladar hendido en los cachorros[2][3] Los cachorros alimentados con dietas deficientes en ácido fólico experimentan un mal crecimiento y la deficiencia crónica de ácido fólico en el adulto puede provocar concentraciones bajas de hemoglobina y hematocrito[4].
El ácido fólico se encuentra de forma natural en todos los alimentos, aunque en mayor concentración en las verduras de hoja verde oscura y en las proteínas animales (por ejemplo, carnes de músculo y órganos, lácteos y huevos). El ácido fólico también es sensible a la degradación con el calentamiento y se requiere una suplementación adicional durante la fabricación de alimentos comerciales para mascotas.
Dosis de ácido fólico para gatos
Los veterinarios suelen solicitar pruebas de niveles de folato y cobalamina en sangre a su perro o gato cuando sospechan que puede tener problemas de absorción de nutrientes en el intestino (intestino delgado) (“no digiere bien su comida”).
Mencioné que cuando su veterinario ordena la prueba de folato, casi siempre se realizará con otra prueba, el nivel de cobalamina (vitamina B-12) de su mascota. Estas dos pruebas deben considerarse conjuntamente para que su veterinario obtenga la máxima información. Esto se debe a que el folato y la cobalamina se absorben a través de diferentes zonas del intestino de su mascota. Las enfermedades situadas en la parte alta del intestino delgado tienden a provocar una disminución de los niveles de folato, mientras que los problemas localizados un poco más abajo del tracto (en la porción del íleon) tienden a afectar más a la absorción de cobalamina. Cuando se ven afectadas grandes áreas del tracto, la absorción de ambas suele disminuir.
Enfermedad de la parte proximal (principio) del intestino delgado (su duodeno y yeyuno), alergias alimentarias o alergias al gluten (por ejemplo, enteropatía por gluten en los setters irlandeses). En los gatos, EII, enfermedad de la tríada/colangiohepatitis que afecta al intestino del gato.
El gato comió una píldora de ácido fólico
Las mediciones de vitamina B12 (cobalamina) y folato en suero son útiles para diagnosticar y caracterizar algunos trastornos de malabsorción del intestino delgado de los perros. Las concentraciones de folato en suero dependen de la función de absorción del intestino delgado proximal (yeyuno), mientras que las concentraciones de vitamina B12 reflejan la función de absorción del intestino delgado distal (íleon). Por lo tanto, los trastornos difusos de malabsorción intestinal conducen a una reducción de las concentraciones séricas de B12 y folato. Las enfermedades del íleon se caracterizan por concentraciones reducidas de B12 y las enfermedades del yeyuno se caracterizan por concentraciones reducidas de folato sérico. Las concentraciones elevadas de folato y reducidas de B12 pueden indicar un sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado proximal, ya que ciertas bacterias sintetizan folato y se unen a la B12 haciendo que no esté disponible para su absorción. Este patrón (folato alto; B12 baja) también se da en algunos perros con insuficiencia pancreática exocrina. El páncreas exocrino secreta tripsinógeno y otros zimógenos en el intestino delgado. Dado que el tripsinógeno es producido únicamente por el páncreas, una baja concentración sérica de tripsinógeno (es decir, inmunoreactividad similar a la tripsina) es diagnóstica de insuficiencia pancreática exocrina (IPE). Las concentraciones elevadas de TLI son compatibles con la pancreatitis aguda, la enfermedad renal o la desnutrición.
Ácido fólico para perros
Los veterinarios suelen solicitar pruebas de niveles de folato y cobalamina en sangre a tu perro o gato cuando sospechan que puede tener problemas de absorción de nutrientes a nivel intestinal (intestino delgado) (“no digiere bien su comida”).
Mencioné que cuando su veterinario ordena la prueba de folato, casi siempre se realizará con otra prueba, el nivel de cobalamina (vitamina B-12) de su mascota. Estas dos pruebas deben considerarse conjuntamente para que su veterinario obtenga la máxima información. Esto se debe a que el folato y la cobalamina se absorben a través de diferentes zonas del intestino de su mascota. Las enfermedades situadas en la parte alta del intestino delgado tienden a provocar una disminución de los niveles de folato, mientras que los problemas localizados un poco más abajo del tracto (en la porción del íleon) tienden a afectar más a la absorción de la cobalamina. Cuando se ven afectadas grandes áreas del tracto, la absorción de ambas suele disminuir.
Enfermedad de la parte proximal (principio) del intestino delgado (su duodeno y yeyuno), alergias alimentarias o alergias al gluten (por ejemplo, enteropatía por gluten en los setters irlandeses). En los gatos, EII, enfermedad de la tríada/colangiohepatitis que afecta al intestino del gato.